Espacios para vivirlos según el lenguaje del color

09.23 — Open Air Culture

Elemento de tendencia, detalle estético, nota de personalización: el color en la arquitectura es todo esto y mucho más. Así lo afirman más de 40 estudios internacionales que han demostrado que el color es un elemento fundamental para nuestro bienestar psicofísico. Sencillas elecciones cromáticas son capaces de cambiar por completo nuestra percepción del espacio y nuestra forma de vivirlo.

Cada paleta cromática estimula la mente con información diferente. Incluso antes que las formas y el movimiento, el color alcanza nuestra visión proporcionándonos la información principal acerca de una imagen. Un proceso más rápido que un abrir y cerrar de ojos, pero que es posible gracias a milenios de evolución humana y de complejas asociaciones asimiladas por nuestra mente.

Cada paleta de colores estimula la mente con información diferente
Cada paleta de colores estimula la mente con información diferente

El rojo ayuda a destacar en la competición, el azul y el verde ayudan en el razonamiento y en la resolución de problemas, el amarillo es muy útil para atraer energía y atención, el marrón denota seriedad y fiabilidad, el negro es imbatible en el campo de la elegancia y de la seducción. Sencillos ejemplos que ponen de manifiesto cómo, también en el mundo del diseño, el color representa un elemento central para la realización de cada proyecto. Desde la estructura del edificio hasta los componentes decorativos, diferentes paletas de colores estimulan nuestra mente con información distinta que nos permite aumentar nuestra concentración, promover la relajación o mejorar nuestro rendimiento laboral.

Por lo tanto, no resulta sorprendente que la simple distinción entre espacios de trabajo y de relajación, o incluso entre espacios artificiales y naturales, nos sea comunicada a diario en primer lugar por los colores del entorno circundante. Nuestro cerebro asocia instintivamente los grupos cromáticos fijos con elementos artificiales, mientras que la policromía, que pertenece al grupo de las conexiones dinámicas, se asimila a la naturaleza y a la mutabilidad del paso del tiempo.

Una distinción que también se aplica a los colores de fondo (tonos apagados y oscuros) y frontales (brillantes y vibrantes) que contribuyen con diferentes combinaciones a cambiar completamente nuestra percepción del espacio: en un contexto en el que las paredes están pintadas con colores de fondo tenemos la sensación de que el entorno es más amplio que su tamaño real, mientras que los colores frontales, cálidos y brillantes, activan una sensación de proximidad y estimulación.

Lo que, sin embargo, actúa negativamente sobre nuestra psique es la monocromía de los espacios, que induce a un marcado esfuerzo visual y a la consiguiente opresión psicológica del observador. Por el contrario, incluso un pequeño toque de color, como una serie de asientos en tonos vibrantes, permite mejorar significativamente el confort del entorno, atenuando la fatiga visual y creando una sensación de orden y armonía que afecta positivamente al bienestar psicofísico de la persona.

Cuando el color salva vidas. El caso de las metrópolis japonesas

Entre 2000 y 2010, un grupo de investigadores japoneses decidió investigar la correlación entre los colores y los síndromes suicidas mediante un experimento realizado en setenta y una estaciones del metro de la ciudad, once de las cuales estaban equipadas con luces LED azules.

Hasta la fecha, los datos recopilados muestran que, en comparación entre las once estaciones equipadas con estas luces LED y las sesenta sin las mismas luces, el número de suicidios en la primera categoría se ha reducido en hasta un 84 %. Un dato que confirma cómo una gradación de luz o de color es capaz de hacer contribuciones realmente decisivas e incluso llegar a salvar una vida.


Pérgola de color, ¿buen humor asegurado?

Pérgola bioclimática Opera en Brera, Milán
Pérgola bioclimática Opera en Brera, Milán

También en los entornos al aire libre, el color de una pérgola puede marcar la diferencia en la activación del cambio de humor necesario para pasar fácilmente del mundo del trabajo al del relax.

El uso de colores diferentes a los de los edificios circundantes permite que la estructura al aire libre entre en contraste con el entorno laboral y, por lo tanto, se perciba como un lugar de placer y ocio. Por el contrario, si desea crear una estructura de paso, conviene optar por un color frontal que coincida con el del edificio correspondiente, a fin de crear una feliz discontinuidad de los espacios que favorezca el paso del ambiente frío del trabajo al cálido del ocio.


Lively colours. Pratic estudia los efectos del color en el mundo del diseño

En 2019, Pratic decidió profundizar en el tema de la influencia del color en la arquitectura, los estilos de vida y el bienestar individual, mediante una investigación neurocientífica realizada en colaboración con la Universidad IULM de Milán y la Universidad de Módena y Reggio Emilia.

Un grupo de investigadores recopiló más de cuarenta de los estudios internacionales más recientes sobre la materia, sacando a la luz resultados realmente sorprendentes que no solo delinean los elementos necesarios para un efectivo diseño arquitectónico de interiores y exteriores, sino que también arrojan luz sobre los procesos cognitivos que subyacen a nuestra percepción del color y su efecto sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana.

Según Lively Colours (el nombre de la investigación encargada por la empresa de la cultura del aire libre), el valor que inconscientemente atribuimos a los diferentes colores nace de reacciones instintivas de nuestro cuerpo vinculadas sobre todo a la experiencia evolutiva del ser humano y al significado que este último ha atribuido a los colores durante milenios. Por ejemplo, los colores cálidos y claros aumentan la tensión muscular, aceleran el ritmo cardíaco y la respiración favoreciendo el movimiento, mientras que los colores oscuros y fríos causan el efecto contrario, generando calma y una mayor sensación de autosatisfacción.

Una mezcla de factores que nos lleva hoy a considerar el color como un verdadero elemento que influye en el estado de ánimo y el bienestar psicológico, hasta el punto de encontrar sus beneficiosas aplicaciones en los ámbitos más variados, desde la arquitectura hasta el marketing y la medicina. Todo detallado en la investigación Lively Colours disponible en esta dirección.



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